¿observación banal?
delante de tu espejo, feliz o despreocupado, eras alguien
triste, ya no eras nadie: las líneas de tu cara se desdibujaban, reconocías lo que la costumbre te hacía llamar "yo", pero el que te miraba desde el espejo era otro
tu mirada atravesaba tu cara como si fuera de aire: los ojos que tenías enfrente eran insondables
animar tus rasgos guiñando un ojo o haciendo una mueca no servía de nada: privada de motivo alguno, la expresión era artificiosa
jugabas entonces a remendar conversaciones con terceros imaginarios
creías que te estabas volviendo loco pero lo ridículo de la conversación terminaba por hacerte reir
interpretar a los personajes de un sainete te hacia existir de nuevo
encarnando a otro, estando en su lugar, volvías a ser vos mismo
tus ojos ahora podían posarse sobre sí mismos y delante del espejo
eras capaz de decir tu nombre otra vez sin que te pareciera abstracto.
