Bajar es lo peor.

Bajo la escalera sistemáticamente. Mi cuerpo funciona. Estoy inconclusa. Siempre estamos analizando todo y los hombres, bostezan. Yo me pregunto quién va a hacerme un té mañana a la mañana. Subo y bajo, hay pandemia. Trato de evitar el ascensor. En algún momento nos dormimos en un subte, uno sobre otro, un montón de cuerpos apilados. Llevo la plata en la mano, me compraron un libro. Si me pidiera alguien, quien fuera, la plata en este instante mismo, se la daría. Hay un sentimiento, un desgano, una debilidad inofensiva propia de quien estuvo o está triste. Se reconoce como un virus ese lenguaje y depronto se atesora como una luz. La posibilidad de entendimiento. El té por la mañana. Vos me entendés, brillante en el final de todas las cosas.






Entradas populares