Divague selectivo.

Termino tarde de trabajar y acá estoy. Es de noche y los vecinos prenden las luces de navidad. No hay nada que me parezca más estúpido. Bueno, si.
Pienso en mi balcón oscuro, en mi casa apagada, en mi cara resplandeciendo frente a la luz llena del monitor. Estoy encendida.
Pienso que quizás sus luces amarillas, rojas y verdes funcionen con un ánimo distractivo para que las personas curiosas no podamos ver bien ni  living ni dormitorio ajeno.
¿Alguien me estará viendo?
Viendo como puede ser pensando.
Alguien escribe que soy una estúpida mientras me mira desde otro edificio y cree que si no prendo la luz me voy a quedar ciega.
Me ve escribir este texto, es yo escribiendo.
En verdad no existo y esto es ficción.
Las luces de navidad, el neoliberalismo de presidente.
Soy inmortal y esto puede ser una mala copia de Continuidad de los parques.
Esto puede ser una mala copia, y mis vecinos ser muy inteligentes.

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