Chau.
Lo confortable que estaba
cuando compartí esa nota
que clasificaba al barrio
como tranquilo
y a nosotros
como dormidores de intensas sientas.
Hoy el correo también abre de tarde
la gente tiene más preocupaciones que tareas
y mientras preparo la angustia
al costado de la diligencia
observo por la ventana el ajetreo
y le digo adiós