Fiarnos más.

En el ascensor ayer la vecina del quinto me contó un montón de cosas de su vida. Empezamos por el clima y pasamos a la úlcera que tiene en su pierna. De la úlcera a las veces que se siente sola. Me dijo que cuando está triste se le cierra el estómago. Ah,le dije. A mí pasa lo contrario,le dije.
Abrí la puerta y me despedí para llegar rápido a la china que con seguridad ya estaba cerrando. Elegí el membrillo y fuí a la caja. Uh, creo que no me alcanza, le dije. ¿Qué tenés?, me dijo. Soy demasiado buena, le dije. Me miró y me dijo, llevalo. Después me lo pagás, eso me dijo.

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