La comparación.

Ahora entiendo eso de que no hay que comparar,
bueno,
es que no puedo evitarlo.
Ver tu cara en todas y cada una,
ya me inhibe al diálogo.
Y antes de entristecerme, me cansa.
Me agota.
Aburre hasta el hartazgo.
Después me entristece, primero me aburre,
después me entristece.
Y miro a la presente,
y digo
qué lindo la pasé
nos vemos pronto
estoy mejor
la próxima voy para allá
lo prometo.
Y sé, desde que no estás,
es todo parte de una gran mentira.



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