Pese a todo.

Me viste trasladándome
me morí un poco con todo a cuestas
llevé la cama de madera
la muerte de Sofía
el tipo del infarto en el bar
el primer choque que casi me mata
el segundo que casi nos mata
el sentimiento de alegría por encontrar alguien como yo
el sentimiento de pérdida
la tristeza de papá.
Te pregunto
como hacen algunos para escribir poemas tan bonitos
para conjugar los sentimientos y la lingüística
con la rapidez de una mano sobre el papel
o la modernidad de un teclado de compuradora
para sacar lo artístico de todo esto
para escribir tan rápido y que las sensaciones no se vayan.
A mí a veces, me sale.
Pero son las menos.
Releo.
Que no te vayas
pese a todo,
ese,
es el corazón de este poema.


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